lunes, 7 de julio de 2008

Amor Granate

Amor - Granate

En el callejón todo era oscuridad. El cielo estaba cubierto de nubes negras y lo único que se percibía en el ambiente era el acido olor a sangre fresca. Su olfato se había desarrollado a través del tiempo, aunque aun no sabia si agradecerlo, o maldecir a su maestro por ello.

Antii solo paseaba de un lado a otro, sin pensar en los peligros en los que se podía ver envuelto. Simplemente caminaba, sintiendo la fresca brisa del mar en su rostro. Tantos años de soledad le habían vuelto aun más frío que de costumbre. No quería ver caras conocidas por ningún lado, no le interesaba lo que los demás pensaran, ni lo que dijeran, simplemente quería que lo dejaran hacer su vida.

- Para criticar son todos expertos, pero cuando se trata de llevar a cabo sus acciones nadie se hace cargo.- una voz le dijo en su mente.

Ya sentía estar volviéndose loco, desalmado. Al fin y al cabo, alma no tenía. Vida tampoco. Pero muy en el fondo, lo deseaba.

La historia de Antii comenzó hace nada más que 60 años atrás, cuando recién nacía. Pero su verdadera vida comenzaría 22 años después, al conocer a su maestro, a su creador, al inmortal que veneró por décadas, hasta que la verdad lo hirió tan profundo, que el rencor tomo posesión de su cuerpo, de sus acciones.

- Tendrás la misma edad por toda la eternidad.- Le dijo. –Lo hecho, hecho está. La decisión que tomaste no podrás cambiarla.-

Antii guardaba respetuoso silencio, aunque no sabia si era por confusión, o por el shock emocional y físico que estaba sintiendo. No podía pensar, le dolía el cuerpo, sentía que la vida, que todo se le iba de las manos. Pero a la vez, disfrutaba el momento, como nunca.

-Respira profundo y duerme.- escuchó. –Ya pasara. Descansa.- Y todo se volvió negro.

Pasaron diez días. Ni uno mas, ni uno menos. Diez días de reloj, de calendario. Diez días de tiempo perdido irrecuperable. Al menos, eso parecía. Pero diez días no eran nada comparado con una eternidad. Antii no lo sabía, no aun.

-Levántate, ya estas mejor. Es momento de salir.- Escucho decir a su mentor.

Era una noche de luna nueva, el cielo estaba despejado y caía una helada que enfriaba hasta los huesos. No había nadie en las calles, solo algún transeúnte que parecía pasar desapercibido ante los ojos de cualquier ser humano. Pero Antii los sentía a metros de distancia. Aun no entendía lo que le sucedía, pero tenía en claro que no era nada normal.

-La inmortalidad no solo es vivir por siempre, es aprovechar cada momento y aprender de ello. Cometerás errores, pero de cada uno de ellos, habrá una lección que nunca olvidarás.-



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1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Rummy, dejama decirte que lo que he leído me ha gustado mucho, esa es solo una parte no?
Me gusta la narración, todo
Me gusta como escribes =)
Felicitaciones!
Syl.